Recursos internos y Biodinámica Craneosacral: orientación hacia el equilibrio en invierno

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En cada momento del día, incluso cuando no somos conscientes de ello, el cuerpo busca organizarse hacia el equilibrio. Esta tendencia natural —que en neurociencia se relaciona con la plasticidad sináptica y la capacidad de adaptación del sistema nervioso— es uno de nuestros recursos más valiosos. Sin embargo, puede verse afectada cuando atravesamos períodos de estrés sostenido, enfermedad, fatiga o cambios vitales profundos.

Qué entendemos por recursos internos

Los recursos internos son señales corporales y cualidades fisiológicas que ayudan al organismo a mantener estabilidad y capacidad de regulación. Pueden manifestarse como:

  • una respiración que se suaviza,

  • un área de calidez,

  • un movimiento que se libera,

  • o un mayor sentido de presencia y seguridad.

Cuando estos recursos están disponibles, el cuerpo accede mejor a mecanismos de neuroplasticidad que favorecen la reorganización y la recuperación.

Por qué a veces cuesta sentirlos: ¿Qué síntomas da el estrés?

El estrés —y particularmente el estrés crónico— reduce nuestra capacidad de escuchar el cuerpo. Entre los síntomas más frecuentes se encuentran:

  • tensión muscular persistente,

  • dificultad para descansar,

  • irritabilidad o sobrecarga emocional,

  • alteraciones digestivas,

  • sensación de estar “siempre en alerta”.

Estos son signos claros de que el sistema nervioso está funcionando lejos de su rango óptimo de regulación. (Si te interesa profundizar en cómo el estrés influye en el organismo y en el equilibrio hormonal, puedes leer este artículo: Cortisol, estrés y regulación hormonal.)
En estos periodos, el cuerpo sigue intentando encontrar equilibrio, pero necesita más apoyo para volver a sentirlo desde dentro.

Biodinámica Craneosacral y orientación hacia lo que está bien

La Terapia Craneosacral Biodinámica (BCST) y la osteopatía biodinámica comparten un principio esencial: incluso en momentos de dificultad, siempre existe una parte del organismo que mantiene la orientación hacia la salud. Esta “salud inherente” se reconoce a través de ritmos, pausas profundas y ajustes sutiles en los tejidos y en el sistema nervioso.

Durante una sesión de craneosacral biodinámica, el objetivo no es intervenir sobre el síntoma, sino crear condiciones en las que el cuerpo pueda identificar y amplificar sus propios recursos internos. Este proceso:

  • disminuye la carga del estrés,

  • facilita el acceso al estado parasimpático (descansar, digerir y reparar),

  • mejora la comunicación entre tejidos conectivos, músculos y articulaciones,

  • y favorece fenómenos de reorganización neurológica cercanos a la plasticidad sináptica.

Es un acompañamiento suave y profundo, que respeta los tiempos y la inteligencia del cuerpo.

Si quieres profundizar en cómo se desarrolla una sesión y en la sabiduría corporal que acompaña la biodinámica, puedes leer este artículo: BCS: la sabiduría del cuerpo.

Recursos internos durante el invierno

El invierno favorece un gesto natural hacia dentro: bajar el ritmo, buscar calor, encontrar espacios de mayor silencio. Para muchas personas, esta estación revela tanto las reservas internas disponibles como las áreas que necesitan más apoyo.

Observar señales sencillas puede ser un buen comienzo:

  • un punto donde la respiración se mueve sin esfuerzo,

  • un área con más suavidad o calidez,

  • la sensación de peso en la pelvis o los pies,

  • un instante donde algo se acomoda sin forzar.

Estas orientaciones internas ayudan al sistema a recuperar estabilidad y flexibilidad, incluso si el entorno externo sigue siendo exigente.

Volver al cuerpo para volver a uno mismo

Aprender a sentir, conocer y confiar en el propio cuerpo es un proceso. A veces es necesario acompañamiento para reconocer lo que está disponible aquí y ahora, y para permitir que esos recursos se fortalezcan. En este sentido, la biodinámica craneosacral no “añade” nada desde fuera: facilita que puedas escuchar con más claridad lo que ya está trabajando a tu favor.

Y es desde ese lugar —más regulado, presente y coherente— donde los procesos de recuperación física, emocional y energética encuentran un terreno fértil.

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Referencias:

Sills, F. Foundations of Craniosacral Biodynamics. North Atlantic Books, 2010.
Kern, M. Wisdom in the Body: The Craniosacral Approach to Essential Health. North Atlantic Books, 2005.
Haines, S. & Sumner, G. Cranial Intelligence: A Practical Guide to Biodynamic Craniosacral Therapy. North Atlantic Books, 2010.
Sutherland, W. G. Teachings in the Science of Osteopathy. Rudra Press, 1990.
Becker, R. Life in Motion. Rudra Press, 1997.
Porges, S. The Polyvagal Theory: Neurophysiological Foundations of Emotions, Attachment, Communication, and Self-Regulation. W. W. Norton & Company, 2011.

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